La anorexia nerviosa es un trastorno de la alimentación, que se distingue por una restricción cada vez más acentuada de la ingesta de alimentos. Normalmente la anorexia nerviosa comienza con la realización de una dieta normal y algo de ejercicio, para la pérdida de algunos kilos de más, pero poco a poco la persona empieza a obsesionarse con temas relacionados con la alimentación, el peso, la salud, la imagen, el autocontrol, la competencia consigo misma, etc. llevándola a una pérdida de peso que se mantiene por debajo del mínimo esperable para su edad, sexo y desarrollo evolutivo.

La anorexia nerviosa tiene la particularidad de ir camuflándose como el camaleón dependiendo de la época. Para ello buscará las justificaciones acerca de su accionar que sean más oportunas para esa sociedad, entorno y momento particular. Por ejemplo en la edad media se justificaba la anorexia nerviosa a través de los valores religiosos, caracterizándose por ayunos o restricciones alimenticias que pretendían alcanzar metas o virtudes espirituales. En la actualidad la justificación de la restricción alimenticia y el exceso de ejercicio físico, se basan en alcanzar estándares de salud y una imagen delgada y atlética que es la adecuada y esperable socialmente.

En la anorexia, la persona no realiza una restricción alimenticia al azar, sino que persigue una meta u objetivo, que es verse delgada, encuentra la escusa por ejemplo en cuidar la salud. Por lo tanto, empezará por restringir, por ejemplo, aquellos alimentos grasos que pueden engordarle y ser perjudiciales para la salud, pero de a poco empezarán a obsesionarse con temas referidos a la alimentación, y empezará a restringir otro tipo de alimentos considerados nocivos según sus teorías, y terminará ingiriendo únicamente aquellos alimentos que considere adecuados. Diferentes personas buscarán métodos o teorías que les permitan justificar su conducta ante los demás, que normalmente serán los que les advierten que están muy delgadas o demacradas.

Las personas con anorexia nerviosa suelen pasar gran parte de su día pensando consciente o inconscientemente en la comida. Leen mucho sobre dieta, salud, alimentación, valores nutricionales, toxinas, refinamiento de los alimentos, metabolismo, etc. y aunque por su propia enfermedad no logran admitirlo abiertamente, están ofuscados con todo lo que tenga que ver con estos temas.

Otra de las principales características de las personas con anorexia nerviosa, es que se obsesionan por el ejercicio físico. Se esfuerzan y entran en una conducta de competencia consigo mismas, para superarse y por ejemplo hacer 15 minutos más de ejercicio, un kilómetro más, una serie más, etc. Esta conducta muchas veces también tiene la finalidad de compensar algún exceso de comida, como haber comido un alimento prohibido el fin de semana, haber ingerido una cerveza, etc.

Por lo tanto cabe aclarar, que no necesariamente la ingesta debe ser tan restrictiva para producir un infrapeso u otros síntomas de anorexia nerviosa; lo fundamental es que no ingieren la suficiente cantidad de comida para el desgaste que tienen por el ejercicio físico intenso o extenuante que realizan. Al igual que con la restricción alimenticia el ejercicio físico puede ir en aumento. Comienzan con dos clases de aerobic por semana y terminan realizando ejercicio físico intenso todos los días, durante dos o más horas por día.

Las personas con anorexia nerviosa, pueden también ingerir laxantes, diuréticos o alimentarse/nutrirse a base de complementos vitamínicos. En este último caso lo hacen por la creencia que como comen poco y realizan mucho ejercicio, de esta manera estarán nutridas a pesar de las restricciones, y esto les permitirá mantenerse vigorosas y fuertes para poder realizar el ejercicio intenso que se autoimponen.

En todos los casos las personas que sufren de anorexia nerviosa no son capaces de aceptar y reconocer su trastorno. Niegan de manera contundente su delgadez o su inapropiada conducta de alimentación y ejercicio, justificándose con teorías que van ajustando a sus necesidades. No son conscientes de su estado, e incluso muchas llegan a aislarse de las personas cercanas por miedo a que quieran cambiarlas y así perder el excesivo control que tienen de su vida. Creen que son los demás los que están equivocados. Por lo tanto, se relacionarán cada vez más con aquellas personas que los apoyen y acepten sus justificaciones sin cuestionamiento.

Hasta hace poco se consideraba que el colectivo más afectado era el de mujeres adolescentes, pero cada día más se equipara el porcentaje entre ambos sexos y la aparición en edades más tardías, (entre los 30 y 40 años), debido al deseo de mantenerse joven. Cuanto antes sea tratada y más temprana la edad de su aparición, mejor pronóstico tienen. La intervención suele realizarse por un psicólogo y el seguimiento contante del médico y el nutricionista.

Gran parte de estos pacientes pueden ser atendidos en las consultas externas, pero algunos casos más graves requieren de hospitalización para estabilizar los problemas médicos consecuencia de la mala alimentación. Los tratamientos suelen ser largos y requerir de apoyos esporádicos ante el indicio de reaparición. La anorexia es una enfermedad que puede mantenerse disimulada durante años, sin sufrir los efectos drásticos o síntomas extremos a corto plazo, pero a largo plazo puede ser muy grave e incluso mortal.

Síntomas y conductas:

  • Restricción cada vez más acentuada de alimentos
  • Ejercicio físico extenuante de más de 2 horas diarias, incluso estando muy ocupadas o con algún malestar físico.
  • Consumir diuréticos, laxantes y complementos vitamínicos.
  • Saltarse comidas
  • Consumo excesivo de agua para no comer
  • Compensar un “exceso” de comida con más ejercicio o salteándose una comida
  • Restringir su círculo social a personas que acepten sus justificaciones.
  • Falta de consciencia de la enfermedad

Consecuencias o Síntomas físicos:

  • Presentan un índice de masa corporal (IMC) y peso corporal bastante inferiores a los correspondientes a su edad, altura y sexo (por debajo de 18-19 se considera bajo peso y de 17 infra peso severo).
  • Piel reseca, deslucida, amarillenta, etc.
  • Insomnio
  • Uñas quebradizas
  • Pelo opaco, frágil e incluso caída del pelo
  • Boca seca e ingesta continúa de agua
  • Ojos hundidos o alunados
  • Sensibilidad al frío (se vuelven más frioleras por la pérdida del recubrimiento graso)
  • En casos avanzados amenorrea (falta de regla) en las mujeres y trastornos endocrino en ambos sexos
  • Bradicardia o baja tasa cardíaca
  • Hipotensión
  • Anemia
  • Flatulencia
  • Hinchazón del estómago
  • Hormigueo en las extremidades
  • Dolores de cabeza
  • Desmayos

Características psicológicas y antecedentes personales:

  • Normalmente fueron personas con sobrepeso o gorditas
  • Miedo a engordar
  • Tienen una imagen corporal distorsionada
  • Tendencia a la obsesión: Preocupación excesiva por la comida, su composición y aporte calórico, nutricional, toxinas, etc.
  • Baja autoestima, aunque no son del todo conscientes
  • Autocontrol excesivo por miedo a la pérdida de control
  • Perfeccionismo
  • Pensamiento confuso y lento pudiendo afectar también la memoria y la capacidad de decisión y juicio.
  • Alteraciones anímicas con tendencias a la ansiedad o depresión, en especial cuando aparece debilidad o falta de fuerzas para continuar o son descubiertos o puestos en tratamiento.
  • Rumiación y conflicto mental entre lo que se debe, lo que se desea y lo que se hace.
  • Auto competencia patológica
  • En casos extremos autolesiones, abuso de drogas e intentos de suicidio