12 Nov 2014
noviembre 12, 2014

Amor o dependencia?

Pareja

El amor y con ella la dependencia surgen de un fenómeno natural e incluso biológico, por medio del cual nos unimos a una persona con la finalidad última de la reproducción.

La atracción y enamoramiento es facilitado por algunas hormonas (endorfinas, encefalina, oxitocina) que facilitan el proceso del amor al producir sensaciones placenteras y de bienestar cuando estamos en compañía de la persona que nos atrae. Estos mecanismos de bienestar, predisponen el desarrollo de cierta dependencia afectiva, como garantía de que la prole será bien atendida y sobrevivirá. Pero además de la fuerza biológica también existe una presión social e ilusiones, proyectos, expectativas creados por los miembros de la pareja.

Si bien hay trastornos de la personalidad que predisponen relaciones de dependencia patológicas, hay muchas personas que sin llegar a tener un trastorno grave se someten a relaciones de manipulación y dependencia.  Son personas que generalmente poseen una autoestima baja, miedo a la soledad, y un sentido de identidad pobre, que pasan rápidamente del enamoramiento a una actitud sumisa, y de ésta a una posición dependiente, como prueba de su infinito, exclusivo y puro amor. Las personas que crean lazos dependientes tienden a anularse como personas individuales en pos de la entrega incondicional y total. Es como si quedaran hipnotizadas de supropia capacidad de entrega, y ya no saben (o quieren) vivir fuera de una relación, aunque la misma sea destructiva.

Pero la dependencia es cuestión de la pareja, de dos. Hay parejas en las que ambos integrantes entran en una relación dependiente y otras en las que aunque uno de ellos sea dependiente el otro impulsa a su pareja para que aprenda a ser independiente y a crecer. También pude darse la típica relación dependiente/dominante. Hay muchas personas que además aprovechan la dominancia dentro de la pareja, para tomar una actitud de poder sobre el otro.

Cabe aclarar que la persona dominante generalmente también es una persona insegura, y depende del otro integrante para poder ejercer su poder. Suelen ser personas que tienen una autoestima baja, pero en este caso, sobre-compensada con posturas de poder y control.

Es frecuente observar que muchas parejas viven esta dependencia de forma normalizada y satisfactoria durante mucho tiempo, hasta que algún problema relacional rompe el precario equilibrio. Cuando esto sucede, en especial cuando la ruptura se produce por infidelidad, maltrato o mentira, se desencadena una reacción depresiva y/o violenta (agresiva) en alguno o los dos integrantes que no es más que una forma extrema de sobrellevar la realidad que ahora se les presenta con claridad ante sus ojos. Una forma de a veces de cambiar y otras de que nada se mueva, de que todo siga igual.

Cuando existe un quiebre en las relaciones de dependencia, es una buena oportunidad para intentar cambiar la relación enfermiza mantenida hasta el momento, y puede ser un buen momento para el crecimiento tanto personal como de la relación siempre que ambos integrantes estén dispuestos a ello.

El amor es la capacidad de dar libertad a nuestra pareja, de que no haya competencia de poderes sino un compartir para crecer. En el amor ninguno quiera cambiar al otro; sino que se aceptan mutuamente tal y como son, permitiendo que el otro pueda elegir si quiere o no estar con nosotros, si quiere hacer o pensar diferente, que tenga sus gustos y preferencias, sus dogmas y sus creencias, etc. Sigo en el próximo post en el que hablaré de la libertad.